VARCO 2024
Artistas participantes
Soledad Pite




Bio
Soledad Pite Sanjurjo – Cacheiras, Teo (A Coruña), 1955. Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, se inicia en la docencia en 1978 y desde que en 1985 realiza las ilustraciones para O misterio do lume de Chao Rego, simultanea su labor docente en la Enseñanza Media con la Ilustración y la Pintura.
En 1998 con Paisaxes da alma, en la Casa Museo de Rosalía de Castro en Padrón realiza su primera exposición individual. Y, quizás, podríamos hablar de un viaje en el que la experiencia vital se incardina con las grafías y los colores, dando lugar a un singular itinerario con estaciones de parada propia o, como quien dice, de muestras artísticas donde lo que se expone es siempre algo más que lienzos cubiertos de pinceladas. Onde vagan os nomes e as horas, Prensamientos, Cartografía de la memoria, Lugar de todo suceso, As cores da Contorna, Elogio del Capricho, Horizonte en tránsito, Nos lindeiros da auga, Sombra del tiempo, Sonhados paradisos pintados, Geometrías del umbral, Arredores… dan nombre a algunas de las diversas exposiciones que pusieron en luz sus trabajos.
A la pintura, en muy diferentes técnicas, al grabado y al dibujo, siempre presentes, se fue acercando la palabra y saldrán de la imprenta Na véspera do silencio (2011), Mar ao fondo (2016), Canto para unha coda (2022), saltando algunos poemas a los cuadernos de dibujo, esos pequeños espacios en los que el pensamiento se hace imagen e incluso evolucionan para acompañarse de singulares libros de artista. Ya presentes en Cuestión de tempos (Pontevedra 2012), estos cuadernos cobrarán protagonismo en el formidable marco del Pazo de Fonseca (2014) y Museo Provincial de Lugo (2016) bajo el título de Palabras pintadas, que tomarán cuerpo conjugándose indisolubles, formas y colores, en la singular mazá vermella sobre folio branco.
Para Soledad Pite pintar, escribir, dibujar, esculpir… quizás sean esos lugares de libertad donde desplegarse y construirse, en los que se detiene el tiempo para ir desde las cosas hasta lo profundo del ser con la atención presa por quien sabe qué sortilegio. Planos de color que se desvanecen, líneas que se encabalgan, “crebas” que nos salen al encuentro, intento siempre renovado de captar la belleza de la existencia.